Razones y remedios del matrimonio sin sexo

La intimidad física suele ser lo que hace que una relación romántica sea algo más que una simple amistad platónica. Algunas parejas caen en un patrón o hábito de dejar que la parte física de su matrimonio se quede en el camino. Otras tienen poco o nada de sexo desde el principio.

Muchas parejas experimentan un descenso en el sexo y la intimidad física durante los primeros años de matrimonio, sobre todo si aparecen los niños. Sin embargo, la pérdida total de la intimidad física que antes formaba parte de la relación suele indicar un problema que hay que abordar.

Sin la intimidad física que diferencia una relación romántica de una platónica, las parejas casadas pueden convertirse más o menos en compañeros de piso. Si ambos miembros de la pareja están bien con este tipo de relación, no es motivo de preocupación. Pero a menudo, uno o ambos miembros de la pareja se sienten frustrados o heridos por la pérdida de intimidad física y de sexo.

Preguntas y consejos para construir la intimidad en tu relación

¿Qué es un matrimonio sin sexo?

Un matrimonio sin sexo es un matrimonio en el que hay poca o ninguna actividad sexual entre los miembros de la pareja. Muchas parejas experimentan periodos de más y menos sexo. Un periodo temporal de menos sexo no suele considerarse “sin sexo” Aunque no existe una definición oficial, muchos definen un matrimonio sin sexo como aquel en el que la pareja no ha tenido relaciones sexuales (o las ha tenido con muy poca frecuencia) durante un año o más.

Hay muchas razones posibles por las que una pareja puede encontrarse en una relación sin sexo. El hecho de que una relación sin sexo sea un problema depende de la pareja, pero si la falta de sexo e intimidad física es un problema, hay formas de resolverlo juntos y por separado, empezando por identificar la causa subyacente.

Razones comunes

Hay muchas razones posibles por las que un matrimonio puede carecer de sexo, desde problemas de salud hasta factores relacionados con el estilo de vida. He aquí un resumen de algunas razones comunes.

Problemas de salud

La salud física y mental general de una persona puede tener un gran impacto en su libido y su deseo de intimidad física. Los problemas de salud y la discapacidad también pueden alterar el proceso fisiológico de excitación en ambos sexos.

Experimentar algunos problemas de funcionamiento sexual es habitual, pero si duran más de unos meses o te causan problemas a ti o a tu pareja, es conveniente hablar con un profesional sanitario.

Libidos desiguales

No todo el mundo desea la misma cantidad de sexo, y el deseo sexual tiene un flujo y reflujo natural. Cuando el deseo sexual no coincide, es fácil que las parejas se encuentren esperando a comprometerse sexualmente hasta que ambos estén de humor, lo que puede ser poco frecuente.

El parto

Según el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG), no hay un tiempo definido en el que se pueda volver a tener relaciones sexuales después del parto, pero muchos profesionales sanitarios recomiendan esperar al menos de cuatro a seis semanas (aunque a veces más) sólo por la recuperación física.

Este periodo de tiempo sin relaciones sexuales no suele ser lo suficientemente largo como para considerarse un verdadero “matrimonio sin sexo”, pero el hecho de que una persona que haya dado a luz esté mental y emocionalmente preparada para tener relaciones sexuales después de este momento depende de cada persona. El estrés añadido por el cuidado de un bebé, los cambios corporales, el cansancio y los factores hormonales también pueden afectar a la libido de una persona después de tener un hijo.

El estrés

El estrés excesivo puede causar estragos en tu salud, incluido tu deseo sexual. La hormona del estrés, el cortisol, también puede influir en la disminución de la libido. Además de las razones físicas por las que el estrés disminuye el deseo sexual, los efectos psicológicos del estrés pueden dejarte tan cansada, agotada y ansiosa que simplemente no tienes ganas ni energía para el sexo.

Problemas de comunicación

Cuando estás en conflicto con tu pareja, puede ser difícil mantener la intimidad física. Puede que no tengas ganas de hablar con tu pareja, y mucho menos de mantener relaciones sexuales.

Disfunción eréctil

La dificultad para lograr o mantener una erección puede dificultar las relaciones sexuales por varios motivos. Aunque la disfunción eréctil (DE) es un problema común, también puede afectar a los niveles de ansiedad, confianza y autoestima de una persona. Las personas que tienen síntomas de disfunción eréctil deben hablar siempre con un médico, ya que puede ser un signo de una enfermedad subyacente.

Bajo deseo sexual

A veces llamado trastorno del deseo sexual hipoactivo (TDSH), el bajo deseo sexual es un problema que pueden experimentar tanto los hombres como las mujeres. En las mujeres, varios factores pueden contribuir al TDSH, como los ciclos menstruales, el uso de anticonceptivos hormonales, el parto, la lactancia, la histerectomía y la menopausia.

Efectos secundarios de los medicamentos

Muchos medicamentos tienen efectos secundarios sexuales. Algunos fármacos que pueden causar disfunción sexual son los descongestionantes de venta libre, algunos antihistamínicos, antidepresivos y medicamentos para la presión arterial alta.

Problemas de salud mental

Los síntomas de la depresión incluyen la falta de energía, la pérdida de interés y placer, el retraimiento social y el estado de ánimo deprimido, todos ellos factores que pueden influir en el deseo sexual y la intimidad física de una persona.

Historial de abusos

Los abusos sexuales del pasado pueden tener efectos duraderos que pueden influir en las relaciones actuales y futuras. Las reacciones emocionales, como el miedo y la vergüenza, el estrés postraumático y las distorsiones en la percepción de uno mismo, pueden tener un grave impacto en la vida sexual de una persona.

Problemas vitales

Hay una serie de factores vitales que también pueden influir en la frecuencia de las relaciones sexuales con la pareja, como por ejemplo

  • Envejecimiento
  • Problemas de imagen corporal
  • Aburrimiento
  • Problemas económicos
  • Duelo
  • Pérdida de trabajo
  • Cansancio

Cómo abordar el problema

El primer paso es reconocer que tienes un matrimonio con poco o ningún sexo y determinar si la falta de sexo es un problema para vuestro matrimonio. Que consideres que un matrimonio con poco sexo o sin sexo es un problema depende totalmente de ti y de tu pareja.

No hay una cantidad correcta de sexo en un matrimonio. Lo que es más importante, en muchos casos, es si sigues teniendo intimidad física y emocional con tu pareja y si tanto tú como tu pareja estáis satisfechos en vuestro matrimonio.

Evita comparar tu matrimonio con otros, porque cada relación es única. Aunque puede que te encuentres con estadísticas que te hagan sentir que tú y tu pareja no tenéis suficiente sexo, las investigaciones han descubierto que no tener sexo es más común de lo que crees.

Según los datos de la Encuesta Social General de 1972 a 2004, el 6% de las parejas casadas fueron sexualmente inactivas durante el año anterior. Sin embargo, es importante tener en cuenta que sólo en el caso de las parejas más jóvenes (de 18 a 49 años), el porcentaje es mucho menor, entre el 1,3 y el 2,5%.

He aquí algunas formas de abordar la falta de sexo en tu matrimonio si es un problema para ti y tu pareja.

Comunícate

Habla con tu pareja sobre el problema de la falta de sexo en tu matrimonio. Puede ser difícil, pero esta comunicación es necesaria. Incluso las relaciones más sólidas pueden tener problemas con el sexo y la intimidad. No es necesariamente una señal de que tu matrimonio sea débil o tenga problemas.

La falta de sexo puede significar simplemente que necesitáis hablar más y dedicar más tiempo a pasar juntos como pareja.

Si necesitas ayuda para saber cómo hablar con tu pareja, considera la posibilidad de hablar primero con un profesional de la salud mental o un terapeuta para que te dé ideas sobre cómo abordar el tema. Es importante mantener una conversación positiva y no dejar que tu pareja se sienta atacada o culpada.

Cada matrimonio es diferente y tendréis que trabajar juntos como pareja para averiguar qué os funciona. No intentes cumplir las expectativas de los demás o lo que tú crees que es normal. Hablad de lo que cada uno quiere, necesita y espera. Luego trabajad juntos para que funcione para ambos.

Mientras habláis, intentad determinar las formas en que ambos creéis que podéis reavivar vuestra vida sexual. Hacer un cambio sólo funcionará si ambos estáis de acuerdo en cambiar y trabajar juntos.

Construir la intimidad

Si habéis decidido que queréis tener más sexo, considerad la posibilidad de incluir el sexo en vuestra agenda. Puede sonar poco romántico, pero también puede ser excitante y especial si se hace de la forma correcta. Programarlo os da algo que esperar y muestra un compromiso mutuo y con vuestra relación física.

Más allá del sexo, también es importante explorar otras formas de construir la cercanía que a menudo se pierde en las relaciones con poco sexo o sin sexo. La intimidad física no sólo implica el sexo. Haz un esfuerzo para renovar tu amor y crear esa chispa especial.

Estar cerca, tanto emocional como físicamente, es una parte importante de una relación sana. Y es importante señalar que la intimidad física no se limita al sexo.

Pasar más tiempo juntos, tanto si os acurrucáis en el sofá viendo la televisión como si os turnáis para daros un masaje, construye una intimidad fundamental. Aquí tienes otras actividades para fomentar la intimidad que puedes considerar:

  • Probad juntos una nueva actividad.
  • Haced algo físico juntos, como salir a pasear.
  • Programad unas vacaciones o una escapada.
  • Planea unas vacaciones en casa.
  • Tened una cita nocturna programada.

Busca ayuda

Dependiendo de las causas subyacentes, buscar ayuda externa también puede ser una buena opción. Podéis probar con un retiro matrimonial, un taller o un seminario que os ayude con la comunicación y la conexión.

Consulta a un médico para tratar cualquier problema médico subyacente que pueda estar afectando a vuestra vida sexual. Busca el apoyo de un profesional de la salud mental juntos o por separado para fomentar las habilidades de comunicación o aprender técnicas de gestión del estrés.

Si la terapia te parece la dirección correcta, considera la posibilidad de acudir a un consejero que se centre en los problemas sexuales del matrimonio, como un terapeuta sexual certificado. Tu terapeuta puede trabajar contigo para abordar cualquier problema que se interponga en el camino de la intimidad. Aprovecha estas oportunidades para centrarte en construir un matrimonio más fuerte y profundo.

¿Un matrimonio sin sexo conducirá al divorcio?

Aunque no hay investigaciones recientes sobre el tema, estudios más antiguos han demostrado que una menor satisfacción sexual y frecuencia sexual están asociadas a la ruptura de los matrimonios. Según un estudio de 2015 publicado en Social Psychological and Personality Science, tener más sexo indica un mayor bienestar para las personas en las relaciones, pero sólo hasta una vez a la semana. En el estudio, más de eso no lo hizo.

Estar insatisfecho con tu vida sexual puede generar problemas en una relación. Es decir, que la falta de sexo en sí no es necesariamente un problema, sino que lo es cualquier insatisfacción asociada a la falta de sexo.

Si estás insatisfecho con la cantidad de sexo que tenéis tu pareja y tú, puede que te preguntes si vuestra relación puede mantenerse. Tomar la decisión de terminar tu matrimonio puede ser muy complejo. Hay muchos factores diferentes que pueden contribuir a sentirse sexualmente satisfecho en una pareja, y pueden diferir de una persona a otra.

Próximos pasos

Michele Weiner Davis, autora del libro “Sex Starved Marriage”, explica por qué un matrimonio con poco sexo puede convertirse en un problema importante.

“Es cuando uno de los miembros de la pareja anhela desesperadamente más tacto, cercanía física, más sexo, y el otro piensa: ‘¿Cuál es el problema? ¿Por qué te molesta tanto? Cuando se produce esta gran desconexión, la intimidad a todos los niveles tiende a disminuir. [En realidad se trata de sentirse deseado, amado, apreciado y conectado”, dice.

Davis continúa diciendo que, debido al dolor que puede producirse por no tener las necesidades cubiertas, el vínculo entre la pareja puede disiparse hasta el punto de poner en peligro el matrimonio.

Mientras tanto, las investigaciones sobre el divorcio sugieren que algunas de las cuestiones más comunes que conducen a problemas en un matrimonio son el distanciamiento, la mala comunicación, las diferencias de gustos y los problemas financieros.

Si tu pareja no está de acuerdo en que hay un problema en vuestro matrimonio y no quiere cambiar, tendréis que decidir si un matrimonio con poco o ningún sexo es un punto de ruptura para vosotros.

Unas últimas palabras

Que estar en una pareja sin sexo sea un motivo de ruptura depende de la pareja. Pero si te encuentras en un matrimonio sin sexo o estás insatisfecho con la cantidad de sexo que tenéis tu pareja y tú, el primer paso es comunicarlo a tu pareja y explorar formas de encontrar la intimidad que cada uno necesita para sentirse satisfecho.

Hay muchas razones por las que una relación puede quedarse sin sexo, y muchas son tratables. Experimentar problemas sexuales en una relación puede ser muy difícil, pero no tienes que arreglártelas solo.

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